viernes, 19 de abril de 2013

Ideas perdidas. Ideas encontradas. Ideas unidas

El Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Ciencias de la Comunicación Social surge con el objetivo de formar docentes para la escuela media y superior que dispongan de una formación pedagógica y que englobe los ámbitos de la comunicación, la educación y la cultura.
Esta carrera es considerada una más de la UBA y comienza en el año 2005, unos 25 años después (aproximadamente) de que se comenzara a dictar la licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social.
En principio surgió como una demanda de la comunidad académica en general, que ya veía la necesidad no solo de formar licenciados sino de sumar la formación pedagógica requerida ya que la comunicación, como disciplina, venía siendo implementada en los colegios secundarios.
Este desfasaje en el tiempo generó ciertas consecuencias que dejaron una huella particular en los profesores ya que comenzaban a dar clases no solo en comunicación sino en otras materias, como por ejemplo construcción de la ciudadanía, informática y periodismo, que históricamente fueron dictadas por profesores formados en otros campos y viceversa, profesores de otras materias dictaban las relacionadas con la comunicación social
En este contexto el profesor de comunicación comenzó a ganarse un lugar dentro de la escuela, pero... ¿cuál es ese lugar? ¿Qué rol cumple en ese lugar que, extrañamente, aún queda por terminar de definir?
Lejos de la exactitud de la matemática o la antigüedad de la lengua y literatura, entre otras, la comunicación (como disciplina) se destaca por no poseer un objeto de estudio definido y dividido en ámbitos más pequeños que permitan marcar las diferencias en el interior de la misma. Esto puede darse por diferentes motivos, entre los que podemos destacar la pluralidad de definiciones de la palabra Comunicación, el uso que generalmente le da la sociedad a dicha palabra y, muy relacionado con este punto, su linkeo mental casi automático que vincula directamente a la Comunicación con los medios masivos de comunicación.
Si a esto le sumamos el boom tecnológico que permitió el desarrollo las tecnologías de la información y la comunicación (teléfonos, computadoras, internet, etc) no debemos pensar mucho para entender que el campo se complejiza más de los que se simplifica.
Es así como dentro de esta maraña de conceptos y significados el docente de comunicación debe preocuparse, además de impartir el conocimiento correspondiente, de encontrar un lugar y rol propio dentro del campo de la educación y la escuela media y que el mismo sea reconocido, al menos en una parte, por los docentes de otras materias, alumnos y la comunidad en general.
Al hablar con algunos docentes de comunicación no faltan las anécdotas que cuentan cómo se da su ingreso a la docencia, la incumbencia (y mescolanza) de las materias dentro de la escuela y cómo se sienten ellos al ser los bichos raros del colegio.
Es esta la dirección que (creo) tomará mi tesina de grado. La dirección que marca el camino de los profesores que buscan un reconocimiento como tales en una asignatura que aún tiene más cosas por definir que las ya definidas: entre ellas, su objeto de estudio. Que no es poca cosa.


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